La teología entretejida de poesía y compromiso por la vida
Fidalgo / 19 Marzo 2020

      Se nos fue un hermano poeta liberador y, por sobre todo, creyente encarnado en la vida y en la historia. Celebramos con alegría sentida, con fe agradecida y desbordante, la pascua de Ernesto Cardenal (20.01.1926-01.03.2020). Suspendido a divinis por Juan Pablo II y restablecido hace un año por el papa Francisco, pudo sentirse confirmado por sus elecciones, a veces extremas pero nunca carentes de sapiencial profecía. Cabe recordar que también a su hermano de sangre, el sacerdote jesuita Fernando Cardenal (1934-2016), que fuera ministro de Educación, se le había prohibido ejercer cargos de gobierno. Persona multifacética que logró embellecer la vida con palabras y gestos, en la mejor escuela del maestro Jesús, peregrino y liberador. Quién puede olvidar aquel gesto suyo, estando de rodillas en aquel aeropuerto y recibiendo a cambio un regaño (04.03.1983). Dolor no tanto causado a una persona, que lo era, sino, como él mismo diría, a un pueblo y sus justas elecciones históricas. Porque el evangelio y la teología se amasan «ensuciándose las manos» en el compromiso concreto de la vida. Él mismo se reconoció «poeta, sacerdote y revolucionario», al ser reconocido con el Premio Iberoamericano de Poesía Reina Sofía (2012). En sus…